El Bogotazo

¿Que fue el bogotazo?

El Bogotazo es el nombre que se da a una escalada de violentos enfrentamientos, saqueos y protestas, que tuvieron lugar en la ciudad de Bogotá, en Colombia, la tarde y noche del 9 de abril de 1948.

Antecedentes

Las preferencias políticas en Colombia se dividían entre el Partido Liberal y el Partido Conservador; y para el año 1946, los liberales habían mantenido una consistente ventaja que los había mantenido en el poder durante 16 años, pero conflictos internos provocaron una división que los llevó a las elecciones con dos candidatos: Gabriel Turbay, oficialmente el candidato liberal, y Jorge Eliecer Gaitán, el otro candidato liberal que se presentó con su propio movimiento. Esto facilitó las cosas a los conservadores, que ganaron las elecciones con su candidato Mariano Ospina.

Turbay fallece en París en 1947, lo que favorece la reunificación del Partido Liberal, bajo el liderazgo de Gaitán, que tempranamente comienza una campaña para sumar apoyos. Denuncia en actos públicos las condiciones de vida y la represión que sufren los colombianos, en especial las clases más desfavorecidas; estos actos se distinguen por ser peticiones públicas de paz.

Dada la situación, cada vez se hace más evidente que Gaitán será el ganador de las elecciones de 1950. Sin embargo, sus fuertes críticas al gobierno de Ospina lo mantienen distanciado de la línea oficial del Partido Liberal.

Protagonistas

El Presidente colombiano Mariano Ospina, al que se acusaba de actos de represión. Jorge Eliecer Gaitán, candidato del Partido Liberal. Juan Roa Sierra, a quien se señaló como el autor del asesinato que fue el detonante para los hechos de violencia.

Causas de el Bogotazo

Existen causas profundas que llevaron a la población de Bogotá a manifestarse de una manera tan violenta. El descontento de la población, que provocaba protestas que eran fuertemente reprimidas, ya iba calentando los ánimos. Gaitán logró capitalizar el descontento a través de su candidatura, que se desmarcaba radicalmente del gobierno de Ospina.

Precisamente, dentro de ese tenso ambiente, el 9 de abril de 1948, el candidato Gaitán sale de su despacho para almorzar con algunos amigos. Según testigos, un hombre le dispara cuando salía del despacho, provocando su muerte. Este hecho fue detonante de una cadena de gran violencia en la capital de Colombia.

Desarrollo de los acontecimientos

De acuerdo con las versiones oficiales, el hombre que dispara contra Gaitán es Juan Roa Sierra, que de inmediato huye de la escena del crimen mientras es perseguido por una multitud enardecida. Algunas versiones señalan a Roa como el autor material, pero agregan que estaba acompañado por otro hombre que le señaló la víctima, y que logró escapar del sitio.

Sobre la última versión no hay muchas evidencias. Roa escapó hacia una tienda, donde la policía logró darle alcance para ponerlo a resguardo. Pero la multitud entró al negocio para llevarse a Roa y posteriormente lincharlo.

El asesinato de Gaitán detonó en la ciudad una escalada de hechos de violencia en una población que ya estaba reprimida, por lo que comenzaron saqueos, destrucción de la propiedad pública y privada, incluyendo transportes y edificios, y la consiguiente represión gubernamental. Destaca el incendio del tranvía de Bogotá, una de las primeras propiedades públicas en ser destruidas. El caos se incrementó debido a que parte de las fuerzas de seguridad se unieron a las acciones violentas.

Las consecuencias inmediatas de ese día de caos fueron cuantiosas pérdidas materiales, y una cantidad indeterminada de muertos que algunas fuentes cuentan por miles. La estabilidad del gobierno de Ospina se vio severamente comprometida, estando en serio riesgo de perderse.

Acontecimientos posteriores

Si bien las circunstancias políticas de la Colombia de entonces hacían temer eventos violentos, el asesinato de Gaitán fue el detonante con que se inició un período de la historia de Colombia donde se vivió un estado de virtual guerra civil.

Este período se conoce como La Violencia, y ha dejado secuelas hasta el día de hoy que se perciben en la guerrilla, el paramilitarismo y el narcotráfico.



 El 6 de diciembre de 1928, un número indeterminado de colombianos fue cruelmente asesinado en la plaza de Ciénaga, Magdalena, mientras esperaban que un documento con nueve peticiones fuera resuelta por la multinacional United Fruit Company y el Gobierno colombiano, para dar así por terminada una huelga de casi un mes en la zona bananera.

Poca claridad se tiene sobre el paradero de los documentos oficiales, recortes de prensa, telegramas, informes y archivos de este crudo episodio que marcó el inicio del movimiento obrero en el país y que ha logrado sobrevivir como episodio histórico, gracias al legado oral de quienes la contaron a sus descendientes y de los historiadores que se han negado a dejar que este episodio sea borrado de la consciencia nacional.

Varios historiadores e investigadores del tema coinciden en afirmar que detrás de los hechos que intentaron silenciar lo sucedido en las masacre, estuvo el general Carlos Cortés Vargas, quien fue el que finalmente dio la orden de disparar a la multitud que estaba en la Estación Central de Ciénaga.

La multinacional United Fruit Company se estableció en esta zona hacia comienzos del siglo XX y en menos de 20 años había logrado apoderarse de una gran cantidad de terrenos baldíos en la zona.

Arturo Bermúdez, historiador y profesor de la Universidad del Magdalena, habla que muchos de los personajes insignes de la sociedad samaria de esa época también se hicieron los de la vista gorda con las injusticias que venía cometiendo la compañía.

En los primeros años, la multinacional logró llevar a la quiebra a pequeños campesinos, venidos en su mayoría de otras zonas del país como Antioquia y Santander, que se dedicaban al cultivo de tabaco, cacao, caña de azúcar y café que durante muchos años habían sido los productos principales en el desarrollo de la economía regional.

Posteriormente, la empresa comenzó a cobrar cada vez más por los servicios de transporte de estos productos, razón por la cual estos pequeños proveedores tuvieron que dejar los cultivos tradicionales de la zona y dedicarse a sembrar banano.

De igual manera, gran parte de estos campesinos y poblaciones rurales de los municipios de Ciénaga hasta Fundación, en la actualidad, debieron comenzar a trabajar en las plantaciones de la compañía.

“Los trabajadores vivían en muy malas condiciones, trabajaban jornadas de más de 12 horas, sin descansos, no había puestos de salud, ni se les pagaba con moneda colombiana sino con unos bonos que tenían que cambiar por productos en los comisariatos, que eran unas tiendas que la multinacional tenía. La flota blanca, que fue como se llamó a los barcos, que llevaban el banano a Estados Unidos y Europa, se iba cargada de banano y llegaba llena de productos que distribuían en los comisariatos y que debían por obligación consumir los trabajadores”